2.3.10

La lectora y Oblogo


foto: Lali

El buen lector hace el buen libro.
Ralph Waldo Emerson
(1803-1822), poeta estadounidense.

Un día sale apurada de casa y se deja el libro que estaba leyendo sobre la mesita de luz. No se olvida las llaves. No se olvida la billetera. Pero sí el libro.
En la cartera no trae nada interesante. Encuentra una receta médica, la lee. Un papel arrugado con una dirección y un horario. Lo lee también. Prueba con los carteles de la calle, pero nada de eso la satisface. Y justo cuando está por entrar en una librería para dirigirse al estante de "libros que aún no tengo pero que algún día quiero leer", un chico se para frente a ella, decidido y sonriente, y le extiende una Oblogo.
La lectora da un suspiro de alivio, agradece con lágrimas en los ojos y busca un rinconcito en la ciudad (cualquier rincón es válido) para recostarse contra alguna pared con su Oblogo a leerla, y releerla, y luego regalarla.

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3 comentarios:

Noesperesnada dijo...

Ojalá tuviera tu suerte de que cuando no tengo nada para leer -sobretodo en los viajes en avión- alguien me ofreciera un Oblogo....

Gimena dijo...

jaja justamente en el día de hoy yo no tenía nada que leer y busque en mi cartera para solo encontrar papeles arrugados! hubiese querido una oblogo! muy bueno!

miguelsampedro dijo...

El hombre que se ve al fondo hurgando, está desesperado por una OBlogo??