18.12.12

La lectora y el libro virgen





A la lectora le gustan los libros cerrados. No son exactamente libros, piensa, cuando están cerrados. Son libros en potencia. Tampoco lo son si están abiertos pero solos: se vuelven libros cuando hay un lector presente. Ni siquiera precisa leerlo, puede manosearlo con intención de lectura a futuro, entonces ya es un libro.
No importa cuántas veces haya sido leído ese ejemplar. Mientras vuelva a estar solo, será un libro virgen. Al menos, para la lectora.

1 comentario:

Margen Visual dijo...

Hace varias décadas, cuando los libros se imprimían en algunos papeles de hilo en formatos sin normalización, al ser plegados y encuadernados, en muchos casos no llegaban a ser cortados por la minerva y nos llegaba a los lectores cerrados y plegados en cuadernillos de 4 hojas que debíamos cortar o desgarrar con un cortapapel. Era como participar en la elaboracion del objeto libro. Durante unos meses en aquellos años compré libros cerrados como le gusta a la lectora.