17.12.13

La lectora se lanza



¿Cuántas palabras se llegan a leer entre el peldaño más alto de la escalera y el aterrizaje en el arenero? Las comas y los puntos traban la bajada. Leer en un tobogán da al texto un tono íntimo, casi de suspiro. La puntuación desaparece y las oraciones se exhalan de un tirón.

La lectora, que recién arranca con esta novela, se da cuenta de que deberá quedarse en la plaza hasta terminarla, a riesgo de marearse por tanto tobogán. (Una novela que se empieza en movimiento no admite que el lector se siente en un banco. Las palabras podrían estancarse.)

1 comentario:

Eme dijo...

Qué lindo! me encanta como relatas tus lecturas ♥ Besos!

M.-