7.10.14

La lectora y Telefónica




La lectora está de entrecasa y metida en algún libro, cuando un timbre la sobresalta. Es el teléfono. Una voz masculina y cordobesa quiere venderle una promoción de llamadas ilimitadas. La lectora casi no usa el teléfono fijo, podría desconectarlo. No lo hace y vuelve a su libro. Avanza un par de páginas. Otra vez el timbre la arranca de la lectura. Una mujer, tal vez tucumana, le pregunta si tiene TV por cable. Ante la negativa, se asombra e insiste en lo feliz que sería con este plan que ella viene a ofrecerle y que se debitaría de su tarjeta junto con la factura del teléfono. La lectora quisiera que no la interrumpan más y, durante diez páginas, nadie llama. Vuelve a sonar el teléfono. Una voz entrecortada, como si estuviera por detrás de una cortina de burbujas, le ofrece un nuevo servicio de internet. La instalación es gratis, aclara, y luego la voz se descuartiza hasta volverse silencio. A la lectora la invade la culpa. ¿Habrá sido ella misma quien, en el apuro por cortar, empujó al dueño de esa voz por el abismo de la línea telefónica? Con remordimiento, se sienta junto al aparato. Leerá mientras espera la próxima llamada.

1 comentario:

Julio dijo...

Pero!! La lectora tendría que tener un gerente de compras que prometiera veniir del otro cuerpo del departamento dispuesto a atender, mientras la telefonista se pregunta cómo en una casa de familia habría un gerente. Es muy interesante lo que puede suceder...
Si llega el gerente de compras, antes de responder le debe preguntar a quien llama , nombre, apellido y calll center que la contrató. Es muy interesante lo que sucede...